Administrar un edificio no se basa en el mero trabajo de liquidar expensas y abonar los gastos del consorcio.

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Representa el conocimiento, la experiencia y la atención permanente de todos los aspectos que están íntimamente
relacionados con el inmueble.

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Administrar profesionalmente un consorcio también está vinculado con el adecuado aprovechamiento, control y racionalización de los recursos humanos, la elaboración de un correcto presupuesto, con una eficiente asignación de recursos, que determine una justa y equitativa decisión en cuanto al monto de expensas, haciendo valer ante toda circunstancia, el más alto sentido de la honorabilidad y la ética profesional.